Se definen los conocimientos, habilidades, destrezas y actitudes requeridas, para que un funcionario realice su actividad productiva con un nivel de alto desempeño, establecido por la propia institución de justicia.
Por medio de evidencias se demuestra que los funcionarios cuentan con los conocimientos, habilidades, destrezas, actitudes y comportamientos para ejecutar una función definida en un estándar de competencia, con un alto nivel de desempeño.
De acuerdo a los estándares de competencia y a su evaluación, se diseña un plan de capacitación especializado para cada puesto que tenga un impacto concreto en la efectividad de su desempeño. Asimismo, este método identifica a los funcionarios de los centros de trabajo que cuentan con habilidades naturales de liderazgo, para crear un plan de entrenamiento permanente basado en los estándares de competencias y la ejecución de la evaluación de competencias. Estos funcionarios elegidos son agentes de cambio que se forman y son los responsables de transmitir los conocimientos y capacitar a los compañeros que se integren al equipo de trabajo del tribunal, por lo que aseguran de manera interna que la formación sea sólida y continua.